Nunca fue un adiós...

Un edificio de ocho plantas. Una pequeña habitación pintada recientemente con colores tierra. Varias ventanas abiertas para aprovechar la luz de un sol radiante, tan típicamente veraniego. Cinco chicas, de aspecto joven, sentadas en un gran sofá de cuero negro. Cinco abogados, aparentemente preocupados por un caso de difícil defensa, sentados frente a sus clientes, en otro gran sofá, éste de cuero blanco.

Mucho ha llovido desde la última vez que me decidí a revelar la historia de unas jóvenes que se sentían en la cima del mundo. No es fácil guardar tu identidad estando tan cerca de esas chicas. La salida mas cercana para no ser descubiert@ fue dejar de escribir y así no levantar sospechas. Sin embargo, nadie podría decirme jamás que en apenas unos meses la historia se teñiría tan oscura.

He empezado contando lo más cercano en el tiempo, ocurrido la semana pasada. Pero para llegar a este punto es necesario que conozcáis muchas otras cosas ocurridas anteriormente.

¿De verdad pensabais que os dejaría con la miel en los labios?

Mis pequeños Hunters Secrets, tocad en las puertas, gritad por la ventana, TSG ha vuelto…

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