(Granada – The Good Girls)
Hoy no es un día de celebraciones, de festividad, de alegría, hoy simplemente no es un día para la familia Alvarado.

Su madre no se separó ni un segundo del cuerpo inmóvil de Damián, ni siquiera parpadeaba; sabía que en cualquier momento se encontraría rodeando entre sus brazos a su pequeñín, y entonces no le dejaría marchar nunca más, sería su ángel de la guarda, nada ni nadie volvería a hacerle daño.
Poco a poco la familia comenzaba a impacientarse, la noche ya estaba cayendo, y no ocurría el milagro. Tal vez el doctor se hubiera equivocado, al fin y al cabo no era vidente. La preocupación volvía a reaparecer en lo más profundo de todos los presentes en la sala de espera, sin embargo, la madre seguía junto a la cama sin quitar la mirada de la camilla, mientras sujetaba la mano de su hijo con fuerza. Las lágrimas corrían por sus mejillas.
De repente, a las 20:16, Damián se despedía del mundo de los sueños y su madre le daba la bienvenida a la vida con un eufórico abrazo mientras no paraba de repetirle lo mucho que le quería. Toda la familia comenzó a entrar emocionada, y tal vez fue la primera vez que S se alegraba de ver a su hermano. Aunque esta emoción colectiva no duraría tanto como todos hubieran esperado, pues, tras los besos y la enhorabuena del doctor, Damián sentía la necesidad de levantarse y aprovechar la segunda oportunidad que la vida le brindaba, entonces cayó al suelo…‘no puedo caminar’ susurró entre lágrimas. Todos se quedaron mirándolo mientras intentaba ponerse en pie sin ningún resultado.
No hay comentarios:
Publicar un comentario