(Granada - The Good Girls)
Aunque ella no lo quiera asumir, su mayor problema en estos momentos no es que exista un personaje que la chantajee con partes escabrosas de su vida, o que su abuela se vea a escondidas con su sirviente, ni tampoco que la única persona en la que confiaba la haya dejado por teléfono, sin lugar a duda, su mayor problema es su terrible enfermedad.
Cada vez que se dispone a coger su vaso, deja al descubierto unos temblores atípicos de alguien tan joven, además, parece bastante torpe pues ya es la tercera vez que tira el servilletero al suelo. Otro de sus síntomas más evidentes es la pérdida de memoria. Sin apenas darse cuenta, en su mente, se van abriendo lagunas cada vez más amplias que le impiden recordar cosas tan sencillas como de qué color es la ropa interior que lleva puesta. También son perceptibles los síntomas en su mal humor, su pésima alimentación, las náuseas, los vómitos, su cansancio, alucinaciones…
Todo esto se podría resumir en una frase:
Hola, me llamo Diana, y soy alcohólica.
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