(Granada - The Good Girls)
Hola de nuevo pequeños cotillas, no sabéis cuanto lamento no poder haber escrito en el blog con más frecuencia estos días, pero aquí estoy, y nuestras chicas, a pesar de su seudónimo, han sido muy… muy perversas.
Hoy, por si alguien estaba un poco cansado del mal rollo que se respiraba en el ambiente, os traigo una bonita historia de ‘amor’, y es que la chica más sencilla y humilde del mundo se ha vuelto a ‘enamorar’.
Queriendo (por fin) dejar de lado su fatídica historia con Dani, ha comenzado a verse con una nueva víctima.
Todo comenzó una soleada mañana, cuando una joven caprichosa y ambiciosa se levantaba con el pie izquierdo. Nada más salir de la cama, descubrió que no había agua caliente para darse una ducha relajante antes de comenzar las clases. Más tarde, el desayuno no llegó a la mesa a tiempo, por lo que se saltó la comida más importante del día. Aunque lo peor estaba por llegar, cuando tras media hora esperando, el taxi que la recogía todos los días no apareció. No quería ni pensarlo, pero eso no podía significar otra cosa que… coger el autobús urbano, con esos tipos que no conocen el término ‘desodorante’, y aquellos con problemas de halitosis que siempre acaban preguntándote la hora, o el típico descarado que aprovecha la mínima oportunidad para meter mano…¡QUE HORROR!

Cuando subió, el ‘amable’ conductor, como todos los maravillosos conductores de bus, la miró con cara de pocos amigos, algo que intimido a nuestra pequeña amiga. Conforme iba avanzando se dio cuenta de que tenía todo el autobús para ella sola, excepto por un personaje que en esos momentos estaba de espaldas. Al escuchar el estruendo de los tacones de S, el chico se volvió y entonces… ¡Ho! Miles de estrellas inundaron aquel extraño lugar, el típico hedor de este vehículo se convirtió en aroma de rosas, el vaivén se transformó en un relajante balanceo que le transporto al mismísimo país de las Maravillas. Sin embargo, todo esto acabo, cuando la persona que había provocado todas estas sensaciones salió por la puerta trasera… En ese momento, Sofía le dio gracias a Dios por ser hermosa. Sabía que tarde o temprano ese chico sería suyo, antes de que a éste le diera tiempo para decir que no.

Cuando Arón (así dijo llamarse), bajó, S no tardó en recibir un sms que decía:
Ya te estoy echando de menos, que tal si quedamos esta tarde…
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