(Granada – The Good Girls)

Llegan las 9:30 de la noche, V estaba en su habitación dándose los últimos retoques cuando la gente comenzó a llegar. A, D y M se estaban ocupando de recibir a la gente y recoger los regalos que poco a poco se iban amontonando en una gran mesa. De repente aparece por la puerta Dani; las chicas no sabían cómo reaccionar pues se supone que V no le había invitado para que Sofi no se sintiera incómoda, sin embargo, y puesto que llevaba un regalo, le saludaron y le dejaron pasar. Unos 20 minutos después apareció S, aunque no venía sola; Rober, el que se había convertido en su sombra, la llevaba de la mano.
¿Qué se tendrían que inventar las mujercitas para que Sofi no se enfadara cuando se diera cuenta de que su ex, que la dejó tras ponerle los cuernos, se estaba divirtiendo en una fiesta organizada por ella?
No hizo falta darle a la imaginación, pues tras susurrar a su manso perrito faldero que fuera a por algo de beber, ésta, sin venir a cuento, pregunto a las chicas por Dani. Era obvio que fue ella misma la que le había hecho llegar la invitación de V.
Sofi estaba deseando ver la cara de su estúpido ex cuando se diera cuenta de lo pronto que lo había olvidado… bueno, que fingía haberlo olvidado. Sin embargo, y sorprendentemente, Dani se acercó a saludarla y ésta le presento a su nuevo amiguito el cual le dio la patita y soltó un ladrido de aprobación. La cara de asombro de Dani llegó cuando vio aparecer al hermano de S en la fiesta. Se despidió rápidamente de la parejita y se dirigió hacia Damián. Sofía se quedó observando cómo se saludaban con alegría y salían al jardín como si fueran íntimos. Está bien, ahora sí que no entiendo nada, y por la mirada de So creo que ella tampoco. ¿Por qué el jueguecito de los celos no había dado resultado? Igual ya no quedaba absolutamente nada de lo que hubo entre ellos dos; en ese coso tendría que pasar página, pero para S era demasiado pronto para dejar las cosas así.
Había pasado ya poco más de una hora y V todavía no estaba en la fiesta, por lo que Amanda decidió subir a buscarla a su habitación. La zona de arriba estaba desierta; por mucho que A la llamaba no obtenía respuesta.
Finalmente, tras entrar en su dormitorio, oyó unos sollozos que provenían del cuarto de baño. Cuando entró se encontró a V tirada en una esquina con su vestido nuevo y llorando desconsoladamente.

La respuesta de V fue breve:
Ambas se quedaron allí abrazadas un rato más. No hay nada más agradable que envolverte con el manto cálido que el secreto proporciona…
A simple vista parece que el berrinche de Vicky es solo fruto de la inseguridad y nervios por la fiesta, sin embargo, algo me dice que mientras las chicas recibían a los invitados, V no estaba sola en su habitación, ¿una visita inesperada...?
Continuará.
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