(Granada – The Good Girls)
Tras una incómoda noche sin poder pegar ojo, a Amanda lo único que se le ocurrió fue acudir a la gran S, aquella que tiene todas las respuestas.
De este modo, el IPhone de Sofía sonó interrumpiendo su habitual baño relajante de por las mañanas. Salió de la bañera, se puso el albornoz y cogió el teléfono.
- ¿Qué ocurre? – era A, y por su tono de voz parecía bastante preocupada. Tras unos segundos de silencio llegó la confesión.
- – He recibido una extraña nota…
- – ¿Una extraña nota?, ¿a qué te refieres? – No te hagas la loca S, lo sabes perfectamente, pero que bien mientes.
- – Era una nota que hacía referencia a cosas pasadas, cosas que nadie tendría porque saber – Sabía que a menos que tuviera la mayor suerte del mundo, tendría que terminar contándoselo todo, su trabajo en el club de noche, lo de su padre... Sin embargo, S no preguntó.
- – Yo también recibí una nota, creía que era una broma, pero ahora ya no estoy tan segura… ¿Sabes si las demás chicas recibieron algo sospechoso?
- – Aún no he hablado con las demás, están en clase, más tarde nos reunimos – propuso finalmente A.
- – Está bien, y no te preocupes, lo que estás pensando es prácticamente imposible, ¿no? – Amanda no contestó, esa fue toda la conversación.
Justo cuando estaba dejando el móvil sobre la cama, oyó una voz a sus espaldas.
- – ¿Qué tal la fiesta de V? – ¡Ho! Damián, tu siempre haciendo leña del árbol caído. – No sabía que tú y Dani lo habíais dejado…. Deberías saber que lo de tu nuevo chico no coló.
- – Estoy muy contenta de haber conocido a Robert, sé que en él sí puedo confiar… ¿A dónde fuisteis esa noche? – Si no lo preguntaba podría reventar.
- – Solo hablamos y nos pusimos al día, ya sabes que siempre me llevé muy bien con él, espero que no te importe a pesar de que ya no estéis juntos…

Parecía que Damián se iba a marchar, sin embargo, no podía desaparecer sin ponerle la guinda al pavo.
- – Por cierto, te he escuchado hablar por teléfono – ‘no shit’ pensó S. - ¿Qué problema hay?
- – Nada que tú debas saber. – Contestó de un modo cortante.
- – Tal vez sepa mucho más de lo que puedas imaginar… Ahora si había desaparecido por el pasillo.
Su rabia y furia iban en aumento, a pesar de sus intentos de auto-control. No hubo heridos, solo un espejo roto en mil pedazos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario